viernes, 31 de diciembre de 2010

2011

Para los amantes, para los libres, para los hombres, para las ratas, para los niños, para sus madres, para el Papa, para las flores, para las mareas, para los engaños, para ti, para nosotros, para la vuelta, para el verano, para un susurro, para la vendimia, para los soles, para los siete enanitos, para Cuba, para el olvido, para el recuerdo, para los posos, para los locos, para mi anhelo, para el río Sil, para los ciegos, para los piratas, para las arpías, para los saltos, para la timidez, para el sonrojo, para mis amigos, para mi, para las ovejas, para los presos, para los besos, para el número trece, para los denostados, para Pepito Grillo, para el silencio, para la hermosura, para tus ojos, para Messi, para el pescado, para el pecado, para una obsesión, para mi cordura, para Nueva York, para dos golondrinas, para los salmones, para la piel de gallina, para los vicios, para Lugo, para los prosistas, para los lectores empedernidos, para Cenicienta, para vosotros, para todos.

Feliz año nuevo.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Dickens

El fantasma de las navidades pasadas me ha dicho que perdimos demasiado el tiempo, que tuvimos que aprovechar nuestras oportunidades cuando era pertinente, que no se puede reflotar un barco hundido solamente con ilusión, me ha dicho que ayer se nos hizo tarde, que nuestro tren ya pasó.
El fantasma de las navidades presentes es mi único compañero ya, aparte de la soledad, ésta no falla nunca, dale un resquicio por el que colarse y la tienes otra vez a tu espalda, susurrándote al oído, besándote despacio, termina un año más, corre para que no te atrape.
El fantasma de las navidades futuras ni siquiera se me ha aparecido, es curioso, no sé que puede significar, ¿estoy dejando de ver fantasmas? o es que no hay futuro para mí, para nadie.

martes, 28 de diciembre de 2010

+ Cultura, - Fútbol

Impresionante documento gráfico, hoy en una pared de Sanse.
Estoy totalmente de acuerdo con ambas afirmaciones

Luces de neón

Tantas horas de viaje, tantos paisajes cambiantes a mi alrededor, con punzadas en la cabeza decido parar en la siguiente salida; anochece, no quiero quedarme dormido.

El típico bar que no está al lado de la carretera, hay que adentrarse casi tres kilómetros más y llegar a un sitio que parece desierto, da la sensación de ser un decorado de película de terror de serie b, nadie por las calles, una gasolinera con un cartel de “C-RRAD- “, y al fondo, justo antes de la señal que indica el final del pueblo un pequeño local, con la entrada angosta y un par de luces de neón en la entrada “bar la rosa”, vale, allá vamos.

Luz tenue y sala vacía, parece un domingo de invierno pero es sábado y estamos en Agosto, debería hacer calor y el ambiente es muy agradable, casi fresco. La rosa está justo detrás de la barra, es el primer pensamiento que viene a mi cabeza cuando veo esas vertiginosas caderas moverse al ritmo de la música. Suena “Melancolía” de Camilo Sesto, madre mía, ¿dónde me he metido?. Al oír mis pasos Rosa se gira, y lo que se intuía se queda corto para describir la realidad, lo primero que me viene a la cabeza es “mataría por ella”, gracias Frank.

Con un gesto me indica que no oye, y comprendo que tampoco puede hablar, rosa fresca, impresionante, pero amarilla, desdichada, cruel destino. Le pido un café solo, cargado, con dos azucarillos, al señalarlos mi mano roza la suya y ríe, ¿han escuchado hablar a Dios?, yo sí viendo esa muda sonrisa. La situación, lejos de ser incómoda, es de lo más natural, yo doy vueltas al café y de vez en cuando, de reojo, la miro, ella, de perfil continúa secando copas con apatía, una espectacular apatía. Se sabe observada, pero no está incómoda, sabe que es la protagonista de su marchito rosal, una oda a la belleza, una cruel vuelta del destino. Por un momento pienso en saltar la barra y besarla con fuerza y proponerle otro destino y sueño que ella me corresponde y que salimos, furtivos, de ese escenario de pesadilla hacia un futuro incierto.

Pero sigo tomando el café, lentamente, con cada sorbo, agoto los últimos instantes en el jardín del Edén, la miro franco, pronuncio “adiós, gracias” y ella, volviendo a abrir la caja de los truenos me sonríe y saluda con un gesto, “buen viaje”, quiero entender, “vuelve cuando quieras”.

Dejo atrás la destartalada avenida y me adentro en la pequeña vía de servicio, no sin antes volver a mirar por el retrovisor con la esperanza de verla salir corriendo tras de mí, en lugar de eso no veo ni siquiera las luces de neón de la puerta, ¿estuvieron ahí?

lunes, 27 de diciembre de 2010

El río

Saltaban entre las rocas del río sin preocupación. Las tardes eran largas en verano, el calor les apaciguaba.
Trece casas encaladas en la desembocadura del valle, rodeadas de campo, verde, eran todo el pueblo. El camino que bajaba hasta el río serpenteaba entre acacias y olía siempre a tierra húmeda.
Raúl bajaba por el camino a su encuentro con alegría, contaba los guijarros negros, soñando con un beso furtivo. A la hora acordada llegó, y se sentó a su lado, impaciente.

-         Llegas tarde.
-         Hace fresco, ¿quieres mi chaqueta?
-         No.
-         ¿Sabes que el hijo de Jacinto viene de visita desde Madrid? nos ha prometido que nos traerá un vídeo y cientos de películas, es actor.
-         ¿Cuántos habitantes hay en Madrid?
-         No sé, supongo que más de cien mil.
-         ¿Cien mil? madre mía, me encantaría vivir allí y perderme entre la gente, ¿me llevaras Raúl? ¿saldremos de aquí algún día?

El silencio le traía el eco del agua contra la piedra, le encantaba el olor a tierra del camino, sentía sus raíces arraigadas en el valle, su vida estaba allí, no saldría, no quería salir.

-         Hace fresco, se hace tarde, mejor volvemos, ¿quieres mi chaqueta?
-         Sí, claro. Raúl…
-         ¿Qué?
-         Abrázame, hace frío.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Ernesto

Aquí una perla del maestro Hemingway; exquisito en la forma y en el fondo:

"Paco no había dicho nada, todavía no entendía de política, pero siempre le producía un estremecimiento oír al camarero alto decir que había que matar a los curas y a la Guardia Civil. Para él, el camarero alto representaba la revolución, y la revolución también era romántica. A él le gustaría ser un buen católico, un revolucionario, tener un trabajo estable como ese, y, al mismo tiempo, ser torero"

El párrafo es de uno de sus relatos cortos; "La capital del mundo", y es, a mi entender, una elegía de la tolerancia y la flexibilidad de opinión como signo de inteligencia, ¿por qué no ser todas las cosas que Paco quería ser?

Enorme Ernest.


viernes, 24 de diciembre de 2010

NAVIDAD

Vamos cerrando el año, como siempre de todo, alegrías, penas, encuentros y diatribas múltiples.
Yo, con 34 castañas recién estrenadas he multiplicado mis dudas por cinco con respecto a mi adolescencia, y sospecho que esto seguirá "in crescendo", ya lo ven, más de lo mismo.
Pero estos días son tiernos, y como decía un amigo, a pesar de ellos debemos disfrutar de todos nuestros privilegios, yo les sugiero que miren a su lado y comprueben si tienen al menos a un ser querido cerca, si existe algo, aunque sea una cosa solamente, que celebrar esta noche y si realmente les apetece seguir viviendo todo esto el próximo año, si la respuesta a estas preguntas es sí seguramente tendrán una bonita nochebuena.
Disfracen sus deseos de papá noel y salgan a pedir el aguinaldo, como antaño, vuelvan por sus fueros antes de que sus fueros no quieran volver con ustedes.
Y sean felices.
Si les sirve de consuelo desde mi experiencia puedo decirles que no se puede hundir un barco dos veces.

Felices Fiestas!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Riqueza

Hoy vuelvo a dejar caer otro diamante.
Otra estrella se desprende del cielo y vierte su contenido en mi quimera.
La tuerca da otra vuelta y compruebo lo que me temía, por detrás comienza a oxidarse peligrosamente, no la engrasé bien, no giré el tornillo a menudo.
La vida, de nuevo, me abofetea a conciencia, pero cuando el dolor se pasa veo que soy yo mismo quien guía su mano.

Gracias por vivir mi riqueza.
Por cabalgar conmigo a lomos de mi estrella.
Por ser otra vuelta de mi tuerca, por engrasar mis escasos deseos.
Gracias por golpearme fuerte, lo necesito, quizás así algún día despierte y comience a esquivar los golpes.

San Silvestre

A parte de ser el santo de los pobres y los desamparados, la San Silvestre es una carrera popular madrileña que acaba en el barrio de Vallecas y que, a parte de ser multitudinaria, se corre en una fecha muy especial, la tarde-noche del 31 de Diciembre.
Podría decirse que, a lo largo de mi vida, lo único que he hecho con regularidad ha sido calzarme las zapatillas este día y correr esos escasos diez kilómetros que unen el centro de Madrid con el estadio del Rayo Vallecano; hasta doce participaciones son las que me contemplan ya, once de ellas de manera consecutiva.
Durante este período de más de diez años muchas han sido las sensaciones en carrera, desde los primeras, con facilidad y rapidez por debajo de 45 minutos, seguido de una fase de sombra de unos tres años en los que el tabaco y la inactividad me llevaron por encima de la barrera de la hora, hasta las últimas participaciones en las que, al igual que en mi carácter, he encontrado el sosiego del término medio, dedicándome a disfrutar de los ánimos del público (siempre fiel) sin sufrir la presión absurda del crono.
Qué decir de los acompañantes en estos años, de memoria podría recitar varios; Jesús, el hermano pequeño de uno de mis mejores amigos, que vivió aquella primera participación mítica donde se especula con que bajamos de los 24 minutos en ocho kilómetros, pasando por Michel, Dani “el mago”, Vero y Nico, míticos, Albertus y su hermano David, Nacho, Martins, y como acompañante oficial, de tantas y tantas pruebas en dúo el gran chache, mi hermano, víctima y verdugo de mis ritmos en más de ocho ocasiones. Seguro que me dejo algunos, pero todos poniendo ese puntito de emoción al final de un año.

Hace unos días pensaba que, debido a mi forzosa parada actual, este año, el mítico año trece, iba a tener que suspender mi particular forma de despedirlo, no puedo correr, y andar toda la prueba me supondría llegar a unas horas poco aconsejables para la cena familiar…así que me veía renunciando una vez más a dar continuidad a algo en mi vida, rindiéndome antes de haber empezado; pero finalmente una súbita iluminación llamó a mi puerta.

El espíritu de la San Silvestre ha significado para mi mucho más que la carrera, la multitud, los disfraces y las fanfarrias, lo que me lleva cada año a colocarme en la salida es la sensación de estar dejando atrás mis demonios, paso a paso, zancada a zancada, y para esto, señores, no me hacen falta ni pancartas, ni bandas de música, ni treinta mil personas, ni Nike, ni su puñetera madre en bicicleta (perdón por la expresión). He cogido lo imprescindible: yo, Madrid, Vallecas, diez kilómetros y el día 31 de diciembre, todo lo demás es superfluo, este año no estará el chache (te echaré de menos orejas), no tendré multitudes, y ni siquiera iré corriendo, además no será ni de noche, pienso plantarme en mi salida imaginaria como todos los años pero cinco horas antes, y sin prisa pero sin pausa, andando por no poder correr, digerir mi recorrido hasta la meta al final de la Albufera.

Este año correré, andaré mi treceava San Silvestre vallecana, y la disfrutaré como todas y cada una de las anteriores, así que ya sabéis, se admiten acompañantes.

Feliz Navidad.


martes, 21 de diciembre de 2010

Derechos

Hace unos días la caja tonta me daba la noticia de que el Senado de los estates había aprobado una ley, promesa electoral de Mr. “yes, we can” Obama, por la que en las fuerzas armadas yanquis se permite al fin la presencia de homosexuales, acabando con años de discriminación sexista y con miles de injustos despidos.

Como casi siempre no voy a entrar a valorar lo acertado o no de la ley, sirva para entender mi posición la frase del genial Begnini en su obra maestra “La vida es bella” cuando habla con su hijo sobre la prohibición de entrar en sus establecimientos que hacían los fascistas italianos con letreros como “Prohibida la entrada a perros y judíos”, el niño, que no entiende nada le pregunta, y él, para intentar preservar su inocencia le contesta que en su tienda, (ellos tienen una librería), a partir de mañana no dejarían entrar ni: “dime un animal que no te guste”, “las arañas” contesta , bien, pues prohibirían la entrada a las arañas y a los visigodos, genial Roberto.

Lo que más me impactó de la noticia, al margen de ver las lágrimas de satisfacción de algunas personas homosexuales que luchaban por la aprobación de la ley y que en su día fueron despedidas del ejército por su orientación sexual, fue una frase que podía leerse en una de las lápidas de un integrante, ya fallecido, de este colectivo:

“WHEN I WAS IN THE MILITARY, THEY GAVE ME A MEDAL FOR KILLING TWO MEN AND A DISCHARGE FOR LOVING ONE”

“Cuando estaba en el ejército, me dieron una medalla por matar a dos hombres, y me despidieron por amar a uno”

Os lo dejo para reflexionar sobre el tema.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Don nadie

Se sentía pequeño, zafio, ante ella.

Podía notar como la fuerza imparable de su risa le taladraba por dentro, como la alegría con que inundaba sus días le iba haciendo más débil, como el levante de su ánimo le apresaba, sin llaves, en las mazmorras de su cobardía.

Nunca sería suya.

Esa era la única verdad válida ahora, tras el terremoto de su confesión. Había jugado su última mano en esta partida de poker y había perdido, su all-in particular había resultado un desastre.

Viéndola torcer aquella esquina que tantas veces había torcido con él, alimentando por entonces sus vagas esperanzas, se preguntaba por qué el destino podía ser tan puñetero, ¿es que nadie se daba cuenta de que eran almas gemelas?, ella al parecer no, y tenía la sutil impresión de que, en este caso, esto iba a resultar una tragedia.

¿Sería la última vez que la vería? hace años lo dudaba, ahora lo tenía claro.

Monótonos días, monótono trabajo, monótonas risas, carentes de sentido sin su eterna “partenaire”, monótonos recambios para ella, efímeros placeres condenados a su fútil compañía, desaires, hobbies baladíes, presas fáciles de cazar, caza menor en todo caso.

Veinte años después cayó de nuevo, por descuido, en la misma esquina, corazón volcado, sienes palpitantes, podía verla desaparecer de nuevo, podía incluso oler su voz, sentir su armonía. Un paso, uno más, adelante, ella estará allí, te estará esperando, se equivocó pero ahora lo sabe, sois almas gemelas, todo el mundo se da cuenta, un paso más, venga, respira, joder, no tiembles ahora.

Giró pero allí no había nadie, un edificio en lugar del parque por el que pasearon inocentes hace siglos. Veinte años y allí no había nadie. Eso no le preocupaba, lo peor era comprobar que desde que se fue, ni él mismo era nadie.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Maestro Gala

Hoy a través de facebook una amiga comparte una perla del Maestro Gala, una de las personas que más y mejor ha reflexionado sobre la naturaleza humana y el amor en la España contemporánea, os la dejo aquí, es impresionante:

"Hay quien ama lo imposible y hay quien desea lo infinito;
pero quizá lo peor sea amar de modo imposible lo posible
o desear de modo infinito lo finito"

¿Cuántas personas conocemos que dan forma real a estas palabras? ¿Cuántas veces nosotros mismos hemos sido tan cobardes como para dejar pasar el amor por delante de nuestras narices, amando, como dice Gala, falsamente, de modo imposible lo que quizás fuera posible?. Incluso como plantea en la última parte, ¿Cuántas veces nos hemos obcecado con desear de una forma infinita lo que sabíamos de antemano que iba a terminar? .Pocas veces tres líneas dan para reflexiones tan profundas....me repito en mi admiración al Maestro Gala.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Dedicado al señor Ortiz; enorme letrista, mejor persona.

Suscribo totalmente la afirmación de un gran sabio: “En la anterior vida me adelantaron, pero en la siguiente no lo voy a permitir”, hablaba con una mujer enamorada, pero no de él, hago mías sus palabras y te digo lo mismo; a ti.

Lo tengo todo pensado, esta vida ya la hemos perdido, tú equivocándote al elegir pareja y yo dando bandazos de flor en flor, con más pena que gloria, pero la siguiente….prepárate porque no voy a aflojar el marcaje.

He barajado ya bastantes opciones, en una de ellas tu te reencarnabas en guitarra y yo en Paco de Lucía, imagínate qué espectáculo, todas las noches antes de cada actuación te afinaría poco a poco y te sacaría brillo con cuidado, porque seguro que serías una guitarra preciosa, y me daría miedo estropearte, y frente al público, con la vergüenza de tener que mostrarte así, desnudita, frente a miles de espectadores indiscretos intentaría romper el silencio del auditorio ofreciendo acordes imposibles que emocionasen a la gente con rítmica alegría. Después del concierto, en tu funda acolchada para que no te roce te llevaría a casa y te colgaría frente a mi cama, para poder gozar de ti todo lo que te sueño en esta vida.

En otra opción yo me reencarnaba en lienzo y tú eras una pintora novel, con mucho talento, yo observaba, día tras día apoyado en una pared de tu estudio, como ensuciabas lienzos, derrochabas óleos, pervertías colores, un día recibías una visita de un señor que te propone exponer en su galería, trabajas con frenesí, remozas obras antiguas y pintas brillantemente, hasta que te solicitan una obra central, original, para el cartel promocional… y me elegirías a mi, tan seria, delante del lienzo, o sea de mi, me recordarías a una estatua griega, pero bellísima, otra vez en esta nueva vida me enamoraría de ti y tú me harías el amor con tus esbozos, cada pincelada me estremecería la piel, cada mezcla me mataría, pasando de ser un lienzo polvoriento a tu trabajo más completo, tu primera y más querida obra maestra.

A veces incluso imagino que, increíblemente, tú te reencarnas en ti y yo en mi mismo, pero nos pillamos a tiempo, antes de que pase nuestro tren, te conozco en una heladería de Berlín el 23 de Enero, ¿comiendo helado en Enero? ¿En Berlín?, tienes que ser tú, la que tanto anhelé en otra vida… ¿o era en ésta? no sé, dejo de perder el tiempo y me acerco lento, tembloroso, ¿y si me equivoco?...

-Hola. Sí. No tengas miedo, estoy aquí esperando por ti, llevo toda una vida haciéndolo-


“Dedicado al señor Julio Ortiz, que me inspira enormemente con sus letras”

martes, 14 de diciembre de 2010

Una proposición indecente (bueno, no tanto)

Te propongo algo, entrégame un día. Con uno me basta.

Nuestro despertar será como un nacimiento, algo increíble, compartiremos ducha y desayunaremos secándonos en la cama, ligero, no muy pesado, yogur y fruta, a lo mejor un zumo para rematar, y entonces saldremos a la calle; te cogeré de la mano y no tendremos que temer nada, pararemos a escuchar a “Pardao” con su vieja guitarra cantar historias y viejas baladas, en esa tienda tan chula de la Gran vía te compraré unos pendientes, y mientras tomamos un café en el mercado de San Miguel te susurraré que me encantaría arrastrarte de nuevo a la cama, tu reirás, y sentiré que estar vivo, hoy, es el mayor privilegio que alguien puede tener, y además estar a tu lado, una auténtica maravilla... de pinchos por Donosti acompañados por un chacolí prodigioso tararearemos las melodías de las antiguas series de dibujos, Marco, Heidi, Mazinger, y añoraremos tiempos pasados, donde el sabor de tu piel aún no me corrompía. En Granada, a la luz de dos candiles, disfrutaremos de un solomillo y un vinito que nos hará zozobrar, tú caerás en mis brazos y dormiremos la siesta a la sombra de una palmera, varados en una playa desierta, donde nunca podríamos haber echado anclas. Por la tarde daremos un paseíto de esos que te gustan hasta la casa del terror, nos mofaremos de Drácula, Frankenstein e incluso del de la matanza de Texas, que nunca me acuerdo como se llama, al salir nos estará esperando el chofer, y en un coche de época con los cristales tintados para que nadie vea la fila de los mancos nos llevará hasta un pequeño restaurante a las orillas del Sena... sí, ya sé que no te gustan mucho los franceses, pero qué le vamos a hacer, tienen París. Mientras disfrutamos de un plato con el título más largo que un día sin pan haremos quinielas sobre cómo llamaremos a nuestro cuarto hijo, los otros tres ya estarán adjudicados, y bajo las luces del Sacre Coeur te daré las GRACIAS por regalarme un algo tan tuyo, como tu tiempo, el don más preciado de una persona. No habrá llantos en la despedida, sabíamos que acabaría así, tú y yo desnudos de nuevo, sin distinguir brazos de piernas, muy despacio, cómo si el mundo se acabara justo... al final de este día.

lunes, 13 de diciembre de 2010

¿Tú también, Marta?

Nos desayunamos hace unos días con la bomba informativa de la semana, Marta Dominguez supuestamente encabeza una trama de suministro de sustancias dopantes a nivel nacional que podría implicar a algunas de nuestras máximas figuras en el mundo del atletismo.
No voy a entrar en detalles, eso se puede seguir en cualquier informativo diariamente, pero si me gustaría comentar el gustillo amargo que me vuelve a dejar esta noticia, poniendo siempre la presunción de inocencia por delante, la sensación que me queda de nuevo es de "DESILUSIÓN" con mayúsculas, esta vez me duele más porque Marta era un ejemplo, quizás hasta hace unos días el más grande, de superación, esfuerzo y profesionalidad dentro de un deporte minoritario, denostado, que además fue y es el mío, el atletismo. A los atletas se les presuponen unos límites casi inhumanos de esfuerzo y capacidad de sacrificio, es un deporte "del pueblo" y la verdad es que si se confirma toda esta trama habrá que señalar como auténticos farsantes a todos los implicados.
Nos van quedando cada vez menos mitos en el deporte, una de las pocas facetas en la sociedad actual que son dignas de mi elogio, al final tendremos que ser más consecuentes y no mitificar a estas "estrellas", hagámoslo con la madre recién separada que se desvive por dar lo mejor a su hijo, por el enfermo terminal que mira cada día con nuevos bríos, o por el parado que se ajusta mejor aún que ayer la corbata para su nueva entrevista de trabajo; aquí deberían estar nuestros héroes, anónimos, solitarios, estos deben ser los espejos en los que reflejarnos; los otros, por desgracia, cada vez se empañan más de vaho.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Dedicada a ti

A mi querida desconocida:

Espero volver a encontrarte sin preaviso, casi por casualidad, y que tus brazos otra vez me rodeen y consigamos parar nuestro tiempo. Deseo que los últimos días vuelvan a repetirse con esa clandestinidad tan nuestra, con la ventaja de ser, desde hace poco, de nuevo grandes desconocidos, creo que volverá a ocurrir, ¿qué opinas? Puestos a soñar, anhelo tener una pequeña máquina del tiempo para minimizar las ausencias que dejas en mi almohada, y que la vida sea, solamente, fragmentos de tus vahos en mi alma, zarpazos de mi furia en tu cabello, pálpito oscuro en oscuras sábanas, nuestras.
Te escribo sabiendo que nunca leerás esto, te escribo a ti, pero soy yo quién recibe mis letras, suavizando el paso espinoso de los días perdidos, volviéndome más loco aún si cabe, despertando mi lobo herido, pero aún sediento de pasión.
Ni siquiera puedo imaginar lo que serán ciento veintisiete días sin verte, ¿acaso tú puedes? No lo hagas, porque no va a ser así.
Los muros del tiempo, tan jocosos como siempre, se mofan de nuestra ansiedad, no lo tengas en cuenta, algún día también reirán con nosotros, cuando seamos los dos quienes tengamos que mezclar el cemento que de sustento a sus ladrillos.
A ti, querida desconocida, te escribo, deseándote paz, salud y excelentes momentos, nunca tan grandes como los que te quedan por vivir, de eso me encargo yo.

viernes, 3 de diciembre de 2010

34

Cumpleaños
Bueno, para la lotería es una terminación bonita, pero ya empieza a sonar contundente.
Siempre intento hacer de éste día una jornada de relax en la medida de lo posible, y como del curro no me puedo escaquear (toma jeroma) , me voy a tomar un día de asueto en el blog, os dejos una pequeña recopilación de fragmentos ya publicados en facebook, personalmente hay algunos que me traen buenos recuerdos, así los tengo todos juntos:

"Fiebres y aceite de oliva, baluartes de otro tiempo donde la contemplación y el sosiego eran reconocidos como vara de medir la templanza. Quietud, amnesia, ¿eras tú?, quién sabe, ¿fuiste tú? seguro. En los albores de la memoria enjuagabas mi sudor, calmabas mi fiebre y lubricabas mi ansiedad con tu verbo, valiente y tenaz. ¿Serás tú?”

“Mi debilidad es tu cítrica desesperación, guante de seda, pétalo marchito, arrecife de tiempos pasados donde mi risa, unida a tu mirada derrotaban a cualquier enemigo, nadie osaba cercar nuestra muralla, éramos gigantes, mar embravecido, escarcha en tus sueños…”

“Azares, errores, visitas inesperadas, confusiones, casualidades, accidentes, besos, abrazos, temores, bares, frescor, nostalgia, sonrisa, perfumes, soledades, montañas, cristales de colores, arco iris, deidad, viento y mañanas, playas, lunas y regazos en los que apoyarse… estas son mínimas expresiones de la telaraña de la existencia, si hubiera un Dios, ¿dónde estaría? fuera de la telaraña”

“Si tiras la piedra no escondas la mano, vístete por los pies, mira a los ojos y dime lo que sientes, no eches balones fuera, cuéntame cómo vamos a arreglar esto de la mejor manera, no dejes que un ápice de duda se inserte en esta decisión, y procura que el terremoto que vas a provocar no destruya los cimientos de todo lo que construimos, tú ya me entiendes, sé un hombre”

‎"Lamentos de besos nunca dados, de caricias esquivas, de noches jamás vividas, de historias sin posible final… huid!! fuera!! hoy quiero besar, acariciar, amar y comenzar leyendas.
Sube a mi corcel, huyamos de la mediocridad de nuestros días, enseñémonos que juntos todo es posible."


jueves, 2 de diciembre de 2010

Al filo...

Aún con mi enorme facilidad para la prosa enrevesada y para argumentar con miles de frases historias vacías de contenido, es curioso darse cuenta de que cuando quiero hablar de ella, de mi Madre, no me salen las palabras; pero sin embargo tengo que intentarlo.

Mi Madre, señores, es montañera, les parecerá difícil de creer pero así es, y no es que le haya gustado la montaña de siempre, nunca ha tenido el privilegio, hasta ahora, de tener hobbies; pero hace unos meses, tras apuntarse a un club local de senderismo empezó a emular a los amigos de “al filo…”. –Salen mis fotos por Internet-“me decía el otro día, y allí me ven, buscando a mi Madre en instantáneas cubierta de nieve, surcando la sierra madrileña a todo trapo, incluso vadeando algún que otro río caudaloso. Es curioso, ver esas fotos me ha emocionado, no por la actividad en sí, sino por la sonrisa que veo en su cara, es una sonrisa que no he visto mucho, se diluye entre mis recuerdos de mi Madre entre fogones, corriendo de un lado a otro, siendo Madre, padre, consejera, abuela, psicóloga, institutriz, matrona, pediatra, albergue, guerrera….

Que me sienta orgulloso de ella puede parecer algo muy normal, pero los que conocen lo atribulado de mi familia pueden dar fe de que esto no está siempre tan claro. La vuelvo a ver ahí, sonriendo, rodeada de sus compañeros de aventuras y me pregunto hasta dónde podría haber llegado este espíritu indomable, ¿profesora? ¿doctora? ¿astronauta? , seguro que a todo respondería sí, pero se quedó simplemente en eso, en Madre, en ese espejo del que rescatar valores como el esfuerzo, el sacrificio, el amor por los hijos, y el no desfallecer nunca…por muy alta que sea la montaña.

Mi Madre es, como todos ustedes podrán imaginar, la mejor madre del mundo, y si no se lo creen, busquen en Google madres montañeras y verán como, tras contemplar esa sonrisa y leer esta breve entrada, tendrán que darme la razón.




miércoles, 1 de diciembre de 2010

Guernica

El sol del exterior se iba haciendo un poco más intenso, por lo que bajó algo las persianas, lo justo para que los haces de luz que se colaban por cada resquicio de la ventana mostraran una mínima parte de su cuerpo, pero esa mínima parte, y todo el resto que podía imaginar eran un auténtico monumento que haría sombra a la misma capilla sixtina.
No recordaba cuánto tiempo llevaba allí, contemplando su cuerpo desnudo yaciendo sobre las sábanas de su cama, pero tampoco importaba mucho, tenía la sensación de que la tierra había dejado de girar. La respiración era constante y relajada, estaba dormida, pero él no podía, su mente se encontraba en un estado de excitación tal que casi no le dejaba ni parpadear.
Recorrió con la vista el valle que formaba su cintura y sus caderas, y se perdió de nuevo en el éxtasis que le proporcionaba saborear el olor que ella acababa de dejar sobre él, era mezcla de limón, almizcle y sexo, hubiera pagado un millón por un pequeño frasco de esa fragancia, sobre todo lo hubiera pagado por poder abrirlo cada día y recordar, mañana, que un día fue suya, un día de verano como hoy, con un sol hiriente que se filtraba por las persianas de su casa.
Algunas gotas de sudor aún le resbalaban por la espalda, haciéndole sentir escalofríos,- no todo está perdido, se dijo a si mismo, aún hay esperanza de que la balanza, al fin, se vuelva de mi lado.
Ninguna religión conseguiría jamás lo que en las dos últimas horas había despertado ese cuerpo de mujer, ningún libro de autoayuda de los que abarrotaban sus estantes, ningún terapeuta con aires de grandeza, ella le había devuelto la fe en si mismo. Y lo hizo a base de chocar su piel contra la suya, de estrellar sus labios en su pecho, de arañar sus estereotipos y de hacer zozobrar sus naves entre lo real y lo irreal.
Seguía ensimismado en saborear lo que acababa de vivir justo en el momento en el que ella abrió los ojos, seguía sin verse muy bien pero notó su imán incluso a la distancia que se encontraba, después le sonrió, no hablaba, simplemente cambió de posición, invitándole a acompañarla de nuevo, -ven aquí-, decían sus muslos, sus pechos y su largo cuello, -¿por qué me has dejado sola?- no lo sé, de verdad, no tengo ni la más remota idea de lo que hago aquí, contemplándote como si fueras el guernica, cuando puedo empezar de nuevo el bombardeo que inspiró a Picasso.