jueves, 26 de mayo de 2011

Desierto

Siempre he creído que si pones rumbo hacia el desierto tu nave terminara encallando. Es bastante lógico, y aún así yo me he empeñado en seguir día tras día. Para avanzar he tenido que parar, escarbar en la arena y empujar el barco yo solo, claro, no avanzaba mucho, pero no he dejado de buscar el mar en el horizonte o el agua en el cielo despejado. La gente con la que me cruzaba en el camino me decía que estaba loco,  y no les faltaba parte de razón. Por supuesto he estado mil veces a punto de tirar la toalla y coger un camello-taxi de los que pasaban regularmente por aquí.

Y un día después de tanto sol llega una finísima lluvia que no sabes interpretar muy bien, y esa lluvia se convierte en chaparrón veraniego, y de ese chaparrón nace una tormenta que, por un instante, genera un pequeño cauce bajo el barco que antes te costaba tanto mover. Manos a la obra, no recuerdo bien como se hacía pero preparo los aparejos, izo velas y me dispongo a seguir este río, al fin y al cabo ¿qué otra opción tengo?

Sólo me gustaría saber dónde desemboca, ¿alguien vende un catalejo?.



miércoles, 25 de mayo de 2011

Back in Black

Decía el tío Clint en “Unforgiven” que había visto al Ángel de la Muerte, así, con todas sus mayúsculas.

Y, no se sorprendan, no exagero, yo también lo he visto. Me ha dicho que me perdonaría mis pecados, que en este punto de inflexión en mi vida va a concederme una segunda oportunidad. Estoy feliz por ello, no todo el mundo tiene este privilegio, hay gente que muere sin tener siquiera una sola opción. Y a mi me han dado dos. Como los petisuis.

Así que tengo que volver a llamar a mis desahuciados compañeros de viaje, el destino, la esperanza, la risa, la nostalgia y la alegría y hacerles la reanimación cardiopulmonar, ya estamos todos juntos, comienzo el camino, me parece que van cómodos en la mochila.

Por supuesto he aprendido cosas importantes que me van a servir para no caer en las mismas trampas, no me marcaré objetivos enormes, no soñaré tanto con mis propios sueños.

Y ahora que por fin recuerdo el sabor del último beso que me diste simplemente voy a olvidarlo.