miércoles, 15 de junio de 2011

Elecciones

¿Sería tan imparcial la solución salomónica como parece?
Dividirse en dos, disfrazarse con la máscara de la indiferencia y vagar así por el día, esquivando problemas, atajando luchas, dando la espalda a futuros perversos, sintiendo a medias para no alterar demasiado el corazón, anestesiar el tacto evitando tocar y ser tocado. De noche mostrar el rostro verdadero y acelerar, besar con furia y romper todas las barreras, arrancarte el vestido en la calle, hacer el amor al amor y encontrar las llaves de todos los sanatorios mentales; saltad, malditos, sois libres.
La respuesta es sencilla, en el momento que eliges incineras la imparcialidad, la actividad te posiciona, la pasividad te mata.
Yo te he elegido a ti.