domingo, 24 de febrero de 2013

Deconstrucción


Rebobinemos.
Vamos a elegir a los brillantes para que gestionen el dinero público, no a los mejores oradores o los más populistas, los brillantes en la gestión. Tiene que ser complicadísimo, se trata de gastar lo que se tiene y conseguir con esto cubrir necesidades básicas; a saber:
-          Sanidad. Consigamos una sanidad digna atendida por buenos profesionales con buenos medios, atentos, esto es posible sacando la rentabilidad de la ecuación.
-          Educación. Invirtamos en ella para que los brillantes del mañana gestionen mejor nuestros dineros.
-          Solidaridad. Ayudemos a los que necesitan de verdad ser ayudados, pongamos los mecanismos de control para erradicar caraduras.
-          Pensiones. Demos retiradas justas a los que edificaron todos estos VALORES con los que hoy se nos llena la boca.
-          Eliminemos el gasto en seguridad, defensa, convenciones, farándula, lameculeo, exposiciones universales, olimpiadas, cumbre europeas, coches oficiales, aeropuertos faraónicos, dejemos los pueblos con un polideportivo y un buen centro de salud con más recursos (humanos)
-          Por último, cuando encontremos al típico vividor que se lo ha montado genial sesteando con las rentas, que ha estafado a la seguridad social, que cobra paro y sigue trabajando, que no paga un puñetero impuesto, que acude a un sobrino de un cuñado para que le quiten una multa….acusémosle, señalémosle, vayamos a por él….erradicaremos el cáncer de este país maravilloso.

Ya está, acabo de arreglar España.
Mañana, si no empeoro de la gripe, me lío con el mundo.
¿Quién me vota?

viernes, 15 de febrero de 2013

Otro emigrante


Seré quién era cuando deje de cobijarme en mi universo
Cuando saque los fantasmas a paseo
Cuando teniendo que ser nosotros no desee con fiereza ser solo yo.
Cuando deje por fin de buscar aquellos lugares; éramos nosotros y no los paisajes los que engrandecíamos el recuerdo.
Aislado de mí.
Siniestro.
Estaré conmigo cuando deje de soñar que estoy contigo
Y volaré por dunas imposibles, esparciendo recorridos en el aire.
Y besaré las brasas del vacío al que me condenaste.
Y seré sin querer serlo; otro emigrante-