Rebobinemos.
Vamos a elegir a los brillantes para que gestionen el dinero
público, no a los mejores oradores o los más populistas, los brillantes en la
gestión. Tiene que ser complicadísimo, se trata de gastar lo que se tiene y
conseguir con esto cubrir necesidades básicas; a saber:
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Sanidad. Consigamos una sanidad digna atendida
por buenos profesionales con buenos medios, atentos, esto es posible sacando la
rentabilidad de la ecuación.
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Educación. Invirtamos en ella para que los
brillantes del mañana gestionen mejor nuestros dineros.
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Solidaridad. Ayudemos a los que necesitan de
verdad ser ayudados, pongamos los mecanismos de control para erradicar
caraduras.
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Pensiones. Demos retiradas justas a los que
edificaron todos estos VALORES con los que hoy se nos llena la boca.
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Eliminemos el gasto en seguridad, defensa,
convenciones, farándula, lameculeo, exposiciones universales, olimpiadas,
cumbre europeas, coches oficiales, aeropuertos faraónicos, dejemos los pueblos
con un polideportivo y un buen centro de salud con más recursos (humanos)
-
Por último, cuando encontremos al típico vividor
que se lo ha montado genial sesteando con las rentas, que ha estafado a la
seguridad social, que cobra paro y sigue trabajando, que no paga un puñetero
impuesto, que acude a un sobrino de un cuñado para que le quiten una multa….acusémosle,
señalémosle, vayamos a por él….erradicaremos el cáncer de este país
maravilloso.
Ya está, acabo de arreglar España.
Mañana, si no empeoro de la gripe, me lío con el mundo.
¿Quién me vota?