jueves, 31 de mayo de 2012

Fin del mundo


Hace tres meses que no pongo la tele, hace seis que no leo un diario, y ya no consulto google news, quiero que el fin del mundo me pille desprevenido. No recuerdo ya cuándo dijeron los mayas que sería, ni lo que predijo ese Nostradamus de pacotilla.  Estoy pertrechado para ese fatídico día, tengo mensajes de whatsapp pregrabados para tod@s mis seres queridos, una neverita con unos tintos de verano y un helicóptero con el depósito lleno en la azotea. En cuanto todo esto explote pongo rumbo hacia mi norte, te saco del fregao en el que estés inmersa y te hago el amor cinco veces mientras Julián (el piloto) tira de frente hacia Marruecos. Y allí, entre jaimas y cachimbas os espero… a la Merkel, a Rajoy, a la prima de riesgo y a la puta madre que parió a paneque. ¿O era panete?
Ergo sum

martes, 29 de mayo de 2012

Mi tierra prestada


En esta tierra se desayunan tostadas con café, se inhala el olor de la mar desde temprano y en ocasiones, el asfalto huele a fresa. Cuando cae el sol los domingos, tarde, el vientecillo del atlántico arremolina cantares y se juntan las familias en torno a un buen vino del condado, y se corta jamón. La gente no va acelererada  porque tienen claro que así, aunque llegues antes, te pierdes el camino, se abrazan con frecuencia, aquí no da miedo tocar, porque en esta tierra los pinos besan la mar y retozan entre dunas. Esto es Semana Santa y  Virgen del Rocío, son fuertes raíces, ojos negros, habitas enzapatás y gamba blanca, rebujitos y monte bajo. Aquí hay marisma y enebro, clavel y azahar, barro y copla. Me cuentan que cuesta alejarse de aquí, que cuando uno se va siempre vuelve, y yo, que corté el cordón umbilical de mis raíces hace años y que dinamito la tierra por la que piso doy fe de lo que me dicen e incluso como ahora, adoptado de profesión, cuando me descalzo en Madrid echo en falta ese soplar del cosquilleo de la arena…


jueves, 24 de mayo de 2012

Mar


Y por una causa o por otra por fin he conseguido vivir cerca del mar….para ejemplo un botón


Me ha costado 35 años pero puedo escaparme a la playa siempre que quiera, y lo cierto es que el que no conozca este rinconcito del mundo queda invitado desde hoy; a saber, os cuento: playas increíbles (de verdad, en un radio de 50 km de las mejores de toda mi España conocida, que es casi toda la España existida), gambitas, buen jamón, tranquilidad, gente amable, flamenco, lectura, sol. Lástima que trabaje todo el día y me quede poco tiempo libre, aún así no me quejo.
Con nuevo brío y nuevas albas os iré dando cuenta de los parajes que visite y, por supuesto, documentándolo gráficamente, que ahora es facilísimo.

Un abrazo para tod@s


miércoles, 23 de mayo de 2012

Creo


Te deslizas en silencio por mi espalda; vuelves a mí, nunca tuviste que marcharte; estos días tienes apariencia de euforia, pero no te equivoques, estoy preparado, conozco perfectamente donde desemboca este río…

Y las tierras yermas ya no lo serán tanto, el amarillo de mi arrogancia perderá intensidad cuando te olvide, porque te olvido. Estaré de pie valiente ante tu abrazo de serpiente y cantaré canciones sin letra, de las que me gustan. Deja tu aguja, no intentes coser ninguna herida pues de la sangre que ha quedado levantaré barreras escarlatas.

Quítate de una vez el antifaz y sal a mi encuentro, despégate de la sombra de mi sombrero y ponte a tiro, tengo paciencia y todo el tiempo del mundo salvo el que tú me robaste.

sábado, 19 de mayo de 2012

Dolor


Hoy cabría en un dedal, y además no voy a ser retórico, he perdido hasta eso.
Hoy soy pequeño y lloro con fuerza, me atacan el pesimismo y la melancolía, además me he enterado de que el fin del mundo está cerca.
Hoy me he caído de la cama y mi barco ha encallado de nuevo.
Leo esto y me da pena, no la situación sino el estilo.

Y si doliera, sería más fácil, pero es que tampoco.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Hola


Distribuye tu enojo día tras día y si puedes, vuelve a contemplar las fotos de aquella playa. Es la playa en la que perdiste de nuevo tu vieja vida, la frontera que en lugar de atenazarte te lanzó con sorna, sudando, temiendo no poder reír. Estás cerca, contemplando la luz de una vela que baila ante tus ojos, crees dormir.
Pero no es un sueño lo que te arranca el pecho y devora tus entrañas, es él de nuevo, tu yog-sogoth de bolsillo, caricatura de la mística que intentas desprender.

No hay mística, no hay infierno.