jueves, 6 de septiembre de 2012

Corre


Hay días en los que la hija de puta te oprime y da la sensación de que una mano gigante te estruja de tal forma que no para hasta que consigue que tus lagrimales estallen, sientes una especie de comezón interior que te aprieta contra el asiento del coche, te falta el aire, reniegas de las risas que ves a tu alrededor y darías oro por que todo fuese nada. El final.

En realidad la tengo bastante controlada, consigo que vaya en el sillón de atrás, cada vez que empiezo un libro, cada vez que compro un disco, cada vez que veo reír un niño se aleja temblorosa. Es cierto que yo la he elegido de compañera, yo me he desterrado a setecientos kilómetros de mis afectos más cercanos y he repudiado a mi único amor verdadero, creando un daño irreparable, pero  no es menos cierto que al caminar no noto ya casi nunca su aliento en el cogote.

Tras esos días de los que empecé hablando las noches son mucho peores, sudores, imágenes que no cesan en un frenesí epiléptico y ansiedad a raudales, también hoy mejor sobrellevada.

La única terapia válida es el despertador, el crono, las zapatillas y el fresco del rocío en la mañana y correr, correr, correr…. donde ella, la soledad, nunca pueda alcanzarme.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Cañerías


Las cañerías están torcidas, pero los horizontes comienzan a ordenarse.

Es el fin justo y lógico de todo desastre, la interacción entre lo humano y lo divino que vuelve a repetirse justo delante de mis narices. Vuelvo a saltar sin paracaídas hacia un futuro que esconde algún nenúfar que otro pero bastante más acelga primaria. Vuelvo a buscar el pomo de una puerta en el lugar en el que debería haber una ventana por la que contemplar las líneas maestras del presente inmediato, sin sal, sin vinagre, sin pan.

Camino por una playa extraña, no me atrevo a mirar atrás porque dejo dolor, incomprensión, vacío, desazón…libertad.

No puedo ser cadena atada a tus pies de por vida, no podría respirar.

A mi lado mi sombra cada día me resulta más insoportable.

sábado, 28 de julio de 2012

El tren que nunca cogiste


Llevas sentada en el andén mucho tiempo, creo que meses, allí te dejo aquel tren que aún hoy esperas ver pasar y del que solo tienes noticias por los carteles informativos. Ese tren que te dejo varada está parando ahora cada día en un andén distinto, y recoge flores como la que tú fuiste ayer. Te empeñas en esperar, y cada mañana, en el servicio de la estación coloreas tus mejillas y te pasas con el carmín de los labios. El tren volverá, seguro, deslumbrante como siempre.

Mientras tu vida pasa esperando crees recordar que hace unos días paró delante de ti otro tren, no era tan flamante como el que esperas, pero llevaba tu nombre escrito sobre sus vagones de madera con una letra gótica preciosa, algunos estaban llenos de animales de circo, otros de canciones tarareadas, y otro de doscientos kilos de sueños. Era un tren a vapor, de los que hacen chu chuuuu y que por un momento te llevó a otros tiempos donde la paz, la soledad y el viento compartían mantel  sentados a la mesa de los proyectos de futuro. Justo en el instante en el que la duda te asaltaba, en el que te levantaste para mirar dentro, la locomotora echaba a andar y tu nombre se diluía bajo una fina lluvia. Definitivamente ese tren no era el tuyo, seguirías esperando.

Ahora frente al espejo te vuelves a pasar con el carmín, has visto por la ventana del servicio que tu tren está allí, el que esperabas, y correrás a cogerlo, y mientras pasas a su interior deslumbrante y sientes esa desazón de la duda, te sentarás en un cómodo asiento pero sin dejar de mirar atrás, por si alguien va contigo. Volverás a viajar rápido aunque no llegarás lejos antes de encontrar un nuevo andén, si cabe más lúgubre, donde te obligarán a bajar y esperar.

Y en las noches lluviosas soñaras, por el resto de tu vida, con aquel tren a vapor lleno de sonrisas al que nunca te subiste.

viernes, 29 de junio de 2012

Niebla

"Andábamos nocturnos, seres fatuos, pespunteados, imperfectos. Simples almas deshuesadas"
Manolo García

martes, 19 de junio de 2012

Rescoldo


Batiendo fuerte la vida es posible que espese, y si esperas a que esto ocurra es bastante más complicado enumerar tus errores. Si lo dejas pasar, si crees que el viento traerá las respuestas vas apañado, el viento no suele llevar consigo más que eso, viento, y si se agudiza, hojas, tierra y algún que otro mal recuerdo. Todas las ventajas de un existir disipado pueden contarse con los dedos de una mano; a saber: dormir de un tirón, ahorrar un poco cada mes, no tener nunca la piel de gallina y dejar de sentir ese pequeño corazón que, con permiso, tomo prestado. ¿De qué sirve, por otro lado,  ser poeta, enamorarte del amor o rasgarte martes y jueves las vestiduras? en ninguna sociedad de las que consideramos avanzadas y del primer mundo, (sí, ese primer mundo que se está yendo a tomar por el culo, con perdón) se entiende ya la enajenación de un beso robado a la princesa de un cuento justo el día en el que se casaba con el sapo, ni el arrebatado canto de pasión de un lunático a pleno sol, ni mucho menos el deshielo que producen las yemas de tus dedos en mi espalda.

Total que, de vuelta al gran Aristóteles, me aposentaré en el punto medio para que mientras me excite escuchando La Bohème no pierda de vista el mercado de valores en renta variable.

Por supuesto todo esto justo después de arrastrarte de los pelos a mi cama.

sábado, 16 de junio de 2012

Cosas que no cambian nunca....(episodio 1)

Que alguien me ayude, en el siglo tan avanzado en el que vivimos, hay cosas que permanecen inalterables, impasibles al transcurrir del tiempo, yo voy a denunciar unas cuantas aquí, se admiten, como siempre, sugerencias:

1) Los molinillos de café en los bares y el RUIDO que hacen, es increíble, yo llevo 35 años esuchándolos y cada vez suenan más.

2) Los expendedores de guantes de plástico en las gasolineras. Por favor, que alguien se de cuenta de que no funcionan...

3) Las mamparas de baño de los hoteles, por qué SIEMPRE se sale el agua por ellas, un poco de silicona, por favor.

Ánimo, cambiemos el mundo.

jueves, 14 de junio de 2012

Natillas


Estás bailando de nuevo, aunque pueda ser contraproducente, te empeñas en subir por la cuerda con una fina vara en tus manos. Creo que necesitarías un cortafuegos natural, un paso cambiado, abrupto, ciego, que te hiciera despertar, o al menos una gran trompetilla para escucharte cuando hablas con otros de ella.

¿Es normal que seas su refugio? hasta hace bien poco eras el matasellos de su ignorancia y ardías por helarle las venas, hoy te pinta en sus sueños al óleo como capitán y cofre de toda su dicha.  ¿Estarías ahora escribiendo sin existir en ti? ciertamente no, lo sabes y solo te engañas a los postres.

Necesitas de un respirar sereno, sol y natillas de las de galleta María encima, un cuadrúpedo ladrador y un par de azadas sedientas de tierra, un sendero, un buen bolsillo y una fuente, tres helados de limón, un kilo de sus lunares y una concha de peregrino.

Y tener claro que lo que hoy se olvida mañana probablemente ni exista.