lunes, 15 de noviembre de 2010

El mismo punto

Pues venga, vamos con cosas alegres.

Durante este fin de semana he reflexionado bastante sobre la vida y la muerte, es curioso, ¿verdad?, tanta alegría en un par de líneas.
La vida, custodiada por el azar es alucinante, cada pequeña decisión que tomamos, cada esquina que torcemos, o cada llamada que no atendemos, puede provocar reacciones muy diversas, tantas como el resultado de multiplicar la capacidad de elegir que tenemos los que tenemos la suerte de poder hacerlo por el número de veces que nos ha tocado elegir, es apabullante, casi provoca ansiedad el mero hecho de pensarlo, ¿Cuántos miles de decisiones hemos tomado en nuestra vida? y lo que es más mareante aún, ¿a cuántas personas han afectado nuestras decisiones? ¿cómo cambiaron las vidas de nuestros seres queridos por nuestros propios caprichos?
Todo esto nos volvería majaras si no nos hubieran entregado una única cosa sobre la que no tenemos capacidad de elección, la muerte.
Visto así puede que podamos quitarle la connotación negativa a nuestra amiga la de la guadaña, es lo único que nos da sustento, algo meridiano, clarificador, puro, aquí no interviene el azar, quizá un poco en el cuándo y el cómo, pero nunca en el qué, en la matriz de la cuestión.
Compartan su vida y disfrútenla cada momento, no se preocupen por todo lo que haya crecido la arborescencia de sus elecciones, ya que inevitablemente finalizaremos todos en el mismo punto.

…Y a partir de ahí solo Dios sabe…

No hay comentarios:

Publicar un comentario