jueves, 2 de diciembre de 2010

Al filo...

Aún con mi enorme facilidad para la prosa enrevesada y para argumentar con miles de frases historias vacías de contenido, es curioso darse cuenta de que cuando quiero hablar de ella, de mi Madre, no me salen las palabras; pero sin embargo tengo que intentarlo.

Mi Madre, señores, es montañera, les parecerá difícil de creer pero así es, y no es que le haya gustado la montaña de siempre, nunca ha tenido el privilegio, hasta ahora, de tener hobbies; pero hace unos meses, tras apuntarse a un club local de senderismo empezó a emular a los amigos de “al filo…”. –Salen mis fotos por Internet-“me decía el otro día, y allí me ven, buscando a mi Madre en instantáneas cubierta de nieve, surcando la sierra madrileña a todo trapo, incluso vadeando algún que otro río caudaloso. Es curioso, ver esas fotos me ha emocionado, no por la actividad en sí, sino por la sonrisa que veo en su cara, es una sonrisa que no he visto mucho, se diluye entre mis recuerdos de mi Madre entre fogones, corriendo de un lado a otro, siendo Madre, padre, consejera, abuela, psicóloga, institutriz, matrona, pediatra, albergue, guerrera….

Que me sienta orgulloso de ella puede parecer algo muy normal, pero los que conocen lo atribulado de mi familia pueden dar fe de que esto no está siempre tan claro. La vuelvo a ver ahí, sonriendo, rodeada de sus compañeros de aventuras y me pregunto hasta dónde podría haber llegado este espíritu indomable, ¿profesora? ¿doctora? ¿astronauta? , seguro que a todo respondería sí, pero se quedó simplemente en eso, en Madre, en ese espejo del que rescatar valores como el esfuerzo, el sacrificio, el amor por los hijos, y el no desfallecer nunca…por muy alta que sea la montaña.

Mi Madre es, como todos ustedes podrán imaginar, la mejor madre del mundo, y si no se lo creen, busquen en Google madres montañeras y verán como, tras contemplar esa sonrisa y leer esta breve entrada, tendrán que darme la razón.




1 comentario:

  1. Tu Madre es una máquina peque. Yo siempre te he dicho que la admiro mucho. Y los hijos... pues eso, de tal palo, tal astilla ;)

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