domingo, 26 de diciembre de 2010

Ernesto

Aquí una perla del maestro Hemingway; exquisito en la forma y en el fondo:

"Paco no había dicho nada, todavía no entendía de política, pero siempre le producía un estremecimiento oír al camarero alto decir que había que matar a los curas y a la Guardia Civil. Para él, el camarero alto representaba la revolución, y la revolución también era romántica. A él le gustaría ser un buen católico, un revolucionario, tener un trabajo estable como ese, y, al mismo tiempo, ser torero"

El párrafo es de uno de sus relatos cortos; "La capital del mundo", y es, a mi entender, una elegía de la tolerancia y la flexibilidad de opinión como signo de inteligencia, ¿por qué no ser todas las cosas que Paco quería ser?

Enorme Ernest.


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