Hoy vuelvo a dejar caer otro diamante.
Otra estrella se desprende del cielo y vierte su contenido en mi quimera.
La tuerca da otra vuelta y compruebo lo que me temía, por detrás comienza a oxidarse peligrosamente, no la engrasé bien, no giré el tornillo a menudo.
La vida, de nuevo, me abofetea a conciencia, pero cuando el dolor se pasa veo que soy yo mismo quien guía su mano.
Gracias por vivir mi riqueza.
Por cabalgar conmigo a lomos de mi estrella.
Por ser otra vuelta de mi tuerca, por engrasar mis escasos deseos.
Gracias por golpearme fuerte, lo necesito, quizás así algún día despierte y comience a esquivar los golpes.
Un golpe, quizas, no debe ser esquivado. Bien dado, en la mejilla, puede dirigirte al camino correcto. No al fácil, no, sería tonto, pueril y estupido pensarlo. Al correcto a través de un nuevo laberinto, de nuevos golpes y galopadas de estrella, a nuevas vueltas de una tuerca ya pasada de rosca.....Deja pasar otro día. A veces la vida no es tan complicada. Quien sabe si mañana no aparece completamente ordenada y fácil, anodina, por otro lado para personajes, que no personas, como tú y como yo.
ResponderEliminarDeja pasar otro día......
¿Se te ha vuelto a estropear la calefacción? Es broma ;)
ResponderEliminarLos golpes en la vida son normales. De hecho, una vida sin golpes es como intentar vivir desde un simulador: ni cuece, ni enriquece. Lo importante es que uno se proteja para hacerse el menor daño posible y sobretodo, lo más importante: levantarse SIEMPRE, porque siempre te levantarás más sabio.
Hay puzles que parece que nunca encajan todas las piezas, Un dia descubres que estabas tratando de encajar las piezas que no eran, que esas eran de otro puzzle y las buenas estan en la mesilla, donde siempre las buscas y nunca las ves.
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