viernes, 1 de abril de 2011

100

Pues así, casi sin darme cuenta, llego a mis primeras efemérides blogeras, con esta entrada que estoy redactando cumplo los primeros seis meses de esta bitácora y alcanzo la número cien.
En este corto período he superado algunas fobias que me atrapaban hace tiempo. En primer lugar la que me generaba la página en blanco del editor de textos, el más cruel miedo al que se enfrenta alguien que quiere plasmar humildemente algunas sensaciones, historias o estados de ánimo; escribir a diario, peor o mejor, me está sirviendo como entrenamiento para empresas un poquito más ambiciosas en las que estoy embarcado, y que espero algún día podáis compartir conmigo. Por otro lado también he dado carpetazo a algunos problemillas de insomnio, es curioso pero vomitar ideas me viene fenomenal para dormir mejor y dejar de gastar dinero a lo tonto con los programas de llamadas nocturnos, plagados de ex concursantes de gran hermano. Finalmente y no por ello menos importante puedo afirmar tajante, sin miedo a equivocarme, que tus ojos ya no me dan ningún miedo… vale, a lo mejor tu mirada un poco, pero tus ojos, rien de rien.

Los conocidos que son lectores asiduos de este tostón siempre están dándome sabios consejos: “escribes mejor huyendo de los epítetos y las subordinadas, tirando directamente de las entrañas” – “deberías escribir todo esto en papel, que siempre queda más chulo” – dice mi futura manager. –“vuelve a vincular el blog a facebook, para aumentar tus lectores y las visitas ocasionales…” gracias a todos, de cada uno de vuestros matices tomo debida nota e intento mejorar mi forma, porque mi fondo, desgraciadamente, es difícil de empeorar. Si puedo haceros una petición furtiva os animo a que hagáis estos comentarios dentro del blog, para que sean más inmediatos y más fácilmente asumibles.

También me he servido de este medio para conocer gente de modo virtual que merece mucho la pena, estoy aprendiendo que las cosas que me pasan traspasan las fronteras de  distancia, sexo, credo, edad o convicciones políticas, que en mis mismos barros encuentro amigos de lodo con los que corretear por las praderas. He descubierto, gracias a este mundillo de los bloggers, verdaderos genios anónimos, gente con una facilidad para narrar envidiable, y con una capacidad de transmisión emotiva de la que me he servido para seguir adelante en mi día a día.

De mi madre aprendí, aparte de otras cosas de menor importancia, a dar las GRACIAS, por eso no me canso nunca de hacerlo, y menos con los que me acompañáis de vez en cuando por aquí.

Gracias a todos y cada uno de los que alguna vez tecleáis eso de prosalimonesyhuellasenelbarro en vuestros buscadores (vale, ya lo sé, nunca fui de los más avispados poniendo títulos), a los que me seguís habitualmente o simplemente, a los que algún día, como yo, perdisteis vuestro rumbo y una mano amiga os ayudó a encontrarlo, contad conmigo para ello.

Os veo en la entrada 200.
Besos


1 comentario:

  1. GRACIAS A TI!!! Por enseñarnos tus entrañas, por enfrentarte a tus miedos y contarnoslo, por ser como eres y por seguir escribiendo... GRACIAS!!

    ResponderEliminar