sábado, 5 de marzo de 2011

¿Quién soy?

Fui el silencio, el perfume aquejado de los días grises, las ganas de comerse el mundo y la épica de Homero, fui la savia de los jilgueros mientras destronaban prejuicios, fui el río salvaje de la cara oculta de la luna.
Fui sendero donde perderse y albergue para encontrarme, fui un préstamo de sollozos a un interés muy bajo, hombro sobre el que lloraron princesas mientras mordían otros labios, fui el desolado pacer de los caballitos de mar, las fábulas de un pasado desigual.

Hoy soy ávido consumidor de letras, tanto por leer, tan poco tiempo, Dickens, Poe, Neruda, Lorca, García-Márquez, Marsé, dios mío, no me queda tiempo.
Ellos lo vivieron todo igual que tú, igual que yo, y que tantos otros que vendrán detrás, y lo explicaron. Las soluciones a cualquier problema te las darán ellos, no creando fórmulas mágicas, simplemente describiendo como nadie vivencias, euforias y desatinos.
Todo está dicho.
Y entre tanto, vagando por una especie de selva en peligro de extinción por tanta voracidad actual encuentro sin querer otras prosas, no tan famosas, pero sí tan intensas, y es ahí donde me siento acompañado. Entiendo que no estoy solo en este caminar incierto, que somos miles los que deambulamos entre sombras y huracanes, y de esos miles, por casualidad, un día te leí a ti.
Y dentro de esos breves minutos que me acompañas nos conocemos desde siempre, y también noto caricias, empatía, brevedad.
No tengas miedo, no existo, simplemente fui hace tiempo.

Ahora me desvanezco.
Gracias.

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