viernes, 4 de febrero de 2011

Sentidos

Es una mezcla extraña entre algo que parece sucio y húmedo y otra cosa que puede ser celestial. Los aromas se revuelven, volviendo locos a los demás sentidos, la vista se colapsa con  las curvas de tu cuerpo, es imposible diferenciar piel de entorno, muslos de sábanas o labios de ojos; tus palabras hacen que el oído se envilezca, llegan directas al fondo de mi cerebro, donde duerme el dragón de la imaginación salvaje.
El gusto campa a sus anchas, prueba sal en tu espalda y azúcar en tus rodillas.
Pero nuestra batalla es el caldo de cultivo perfecto para el tacto, normalmente amordazado, pero que en la refriega se encuentra como pez en el agua, millones de terminaciones nerviosas activándose, percepciones extremas, crematorio de silencios contenidos.
En esos primeros momentos no somos ni nosotros, el cuerpo se escapa del cuerpo, y el primitivo animal que todos llevamos dentro lucha por romper sus ataduras.
Prueba a soltarlo.

Yo soy buen domador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario